MÉXICO, D.F., 09MAYO2014.- A sus 79 años de edad, Josefina Luna de Orea tiene un legado de ocho hijos, 13 nietos y 26 bisnietos; su familia la conforman, hasta el momento, más de 80 integrantes. Hija única nacida bajo el signo de Acuario y criada solamente por su madre, Rosa Luna López, confiesa que “lo que me hace más feliz en la vida es verlos a todos juntos”. Nativa del barrio de Los Reyes, uno de los más antiguos de la delegación Coyoacán, Josefina o “Abuela Jose”, como la llaman sus nietos, fue una de las primeras comuneras en ocupar el Pedregal de Santo Domingo, colonia que se ubica a un costado de los pedregales de Ciudad Universitaria, en el año de 1971. “Cuando llegamos aquí no había nada, ni luz, ni pavimento, ni tuberías, lo construimos todo desde cero, así como se construye una familia”. “Siempre he sido sana, nunca me han operado de nada, pero hace cuatro meses sufrí un pre infarto, eso dijeron los doctores, a veces siento que ya no falta mucho para que me vaya; el haber perdido a mi hijo mayor Agustín hace dos años, me duele mucho”, confiesa. Devota del Señor de la Misericordia dice que nunca le ha pedido ningún tipo de milagro, “pero si algo me gustaría es que el día que yo muera todos estén aquí, como en Año Nuevo que es de regla que todos estemos juntos, mis nietos, mis hijos, mi esposo; quiero que tengan un buen recuerdo de mí, como en las fotografías que guardo, y que aunque ya no esté mi familia siga unida por esta madre que los quiere tanto”. FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 09MAYO2014.- A sus 79 años de edad, Josefina Luna de Orea tiene un legado de ocho hijos, 13 nietos y 26 bisnietos; su familia la conforman, hasta el momento, más de 80 integrantes. Hija única nacida bajo el signo de Acuario y criada solamente por su madre, Rosa Luna López, confiesa que “lo que me hace más feliz en la vida es verlos a todos juntos”. Nativa del barrio de Los Reyes, uno de los más antiguos de la delegación Coyoacán, Josefina o “Abuela Jose”, como la llaman sus nietos, fue una de las primeras comuneras en ocupar el Pedregal de Santo Domingo, colonia que se ubica a un costado de los pedregales de Ciudad Universitaria, en el año de 1971. “Cuando llegamos aquí no había nada, ni luz, ni pavimento, ni tuberías, lo construimos todo desde cero, así como se construye una familia”. “Siempre he sido sana, nunca me han operado de nada, pero hace cuatro meses sufrí un pre infarto, eso dijeron los doctores, a veces siento que ya no falta mucho para que me vaya; el haber perdido a mi hijo mayor Agustín hace dos años, me duele mucho”, confiesa. Devota del Señor de la Misericordia dice que nunca le ha pedido ningún tipo de milagro, “pero si algo me gustaría es que el día que yo muera todos estén aquí, como en Año Nuevo que es de regla que todos estemos juntos, mis nietos, mis hijos, mi esposo; quiero que tengan un buen recuerdo de mí, como en las fotografías que guardo, y que aunque ya no esté mi familia siga unida por esta madre que los quiere tanto”. FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 09MAYO2014.- A sus 79 años de edad, Josefina Luna de Orea tiene un legado de ocho hijos, 13 nietos y 26 bisnietos; su familia la conforman, hasta el momento, más de 80 integrantes. Hija única nacida bajo el signo de Acuario y criada solamente por su madre, Rosa Luna López, confiesa que “lo que me hace más feliz en la vida es verlos a todos juntos”. Nativa del barrio de Los Reyes, uno de los más antiguos de la delegación Coyoacán, Josefina o “Abuela Jose”, como la llaman sus nietos, fue una de las primeras comuneras en ocupar el Pedregal de Santo Domingo, colonia que se ubica a un costado de los pedregales de Ciudad Universitaria, en el año de 1971. “Cuando llegamos aquí no había nada, ni luz, ni pavimento, ni tuberías, lo construimos todo desde cero, así como se construye una familia”. “Siempre he sido sana, nunca me han operado de nada, pero hace cuatro meses sufrí un pre infarto, eso dijeron los doctores, a veces siento que ya no falta mucho para que me vaya; el haber perdido a mi hijo mayor Agustín hace dos años, me duele mucho”, confiesa. Devota del Señor de la Misericordia dice que nunca le ha pedido ningún tipo de milagro, “pero si algo me gustaría es que el día que yo muera todos estén aquí, como en Año Nuevo que es de regla que todos estemos juntos, mis nietos, mis hijos, mi esposo; quiero que tengan un buen recuerdo de mí, como en las fotografías que guardo, y que aunque ya no esté mi familia siga unida por esta madre que los quiere tanto”. FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 09MAYO2014.- A sus 79 años de edad, Josefina Luna de Orea tiene un legado de ocho hijos, 13 nietos y 26 bisnietos; su familia la conforman, hasta el momento, más de 80 integrantes. Hija única nacida bajo el signo de Acuario y criada solamente por su madre, Rosa Luna López, confiesa que “lo que me hace más feliz en la vida es verlos a todos juntos”. Nativa del barrio de Los Reyes, uno de los más antiguos de la delegación Coyoacán, Josefina o “Abuela Jose”, como la llaman sus nietos, fue una de las primeras comuneras en ocupar el Pedregal de Santo Domingo, colonia que se ubica a un costado de los pedregales de Ciudad Universitaria, en el año de 1971. “Cuando llegamos aquí no había nada, ni luz, ni pavimento, ni tuberías, lo construimos todo desde cero, así como se construye una familia”. “Siempre he sido sana, nunca me han operado de nada, pero hace cuatro meses sufrí un pre infarto, eso dijeron los doctores, a veces siento que ya no falta mucho para que me vaya; el haber perdido a mi hijo mayor Agustín hace dos años, me duele mucho”, confiesa. Devota del Señor de la Misericordia dice que nunca le ha pedido ningún tipo de milagro, “pero si algo me gustaría es que el día que yo muera todos estén aquí, como en Año Nuevo que es de regla que todos estemos juntos, mis nietos, mis hijos, mi esposo; quiero que tengan un buen recuerdo de mí, como en las fotografías que guardo, y que aunque ya no esté mi familia siga unida por esta madre que los quiere tanto”. FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 09MAYO2014.- A sus 79 años de edad, Josefina Luna de Orea tiene un legado de ocho hijos, 13 nietos y 26 bisnietos; su familia la conforman, hasta el momento, más de 80 integrantes. Hija única nacida bajo el signo de Acuario y criada solamente por su madre, Rosa Luna López, confiesa que “lo que me hace más feliz en la vida es verlos a todos juntos”. Nativa del barrio de Los Reyes, uno de los más antiguos de la delegación Coyoacán, Josefina o “Abuela Jose”, como la llaman sus nietos, fue una de las primeras comuneras en ocupar el Pedregal de Santo Domingo, colonia que se ubica a un costado de los pedregales de Ciudad Universitaria, en el año de 1971. “Cuando llegamos aquí no había nada, ni luz, ni pavimento, ni tuberías, lo construimos todo desde cero, así como se construye una familia”. “Siempre he sido sana, nunca me han operado de nada, pero hace cuatro meses sufrí un pre infarto, eso dijeron los doctores, a veces siento que ya no falta mucho para que me vaya; el haber perdido a mi hijo mayor Agustín hace dos años, me duele mucho”, confiesa. Devota del Señor de la Misericordia dice que nunca le ha pedido ningún tipo de milagro, “pero si algo me gustaría es que el día que yo muera todos estén aquí, como en Año Nuevo que es de regla que todos estemos juntos, mis nietos, mis hijos, mi esposo; quiero que tengan un buen recuerdo de mí, como en las fotografías que guardo, y que aunque ya no esté mi familia siga unida por esta madre que los quiere tanto”. FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

MÉXICO, D.F., 09MAYO2014.- A sus 79 años de edad, Josefina Luna de Orea tiene un legado de ocho hijos, 13 nietos y 26 bisnietos; su familia la conforman, hasta el momento, más de 80 integrantes. Hija única nacida bajo el signo de Acuario y criada solamente por su madre, Rosa Luna López, confiesa que “lo que me hace más feliz en la vida es verlos a todos juntos”. Nativa del barrio de Los Reyes, uno de los más antiguos de la delegación Coyoacán, Josefina o “Abuela Jose”, como la llaman sus nietos, fue una de las primeras comuneras en ocupar el Pedregal de Santo Domingo, colonia que se ubica a un costado de los pedregales de Ciudad Universitaria, en el año de 1971. “Cuando llegamos aquí no había nada, ni luz, ni pavimento, ni tuberías, lo construimos todo desde cero, así como se construye una familia”. “Siempre he sido sana, nunca me han operado de nada, pero hace cuatro meses sufrí un pre infarto, eso dijeron los doctores, a veces siento que ya no falta mucho para que me vaya; el haber perdido a mi hijo mayor Agustín hace dos años, me duele mucho”, confiesa. Devota del Señor de la Misericordia dice que nunca le ha pedido ningún tipo de milagro, “pero si algo me gustaría es que el día que yo muera todos estén aquí, como en Año Nuevo que es de regla que todos estemos juntos, mis nietos, mis hijos, mi esposo; quiero que tengan un buen recuerdo de mí, como en las fotografías que guardo, y que aunque ya no esté mi familia siga unida por esta madre que los quiere tanto”. FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM